Atenas no necesita presentación. La imagen de la Acrópolis, coronada por el Partenón es probablemente la única imagen más reconocible de los Balcanes. Es uno de los muchos sitios antiguos de la ciudad, complementado por uno de los grandes museos del mundo. Aunque el tráfico de la ciudad y la contaminación han creado una reputación discutible entre los viajeros, el cambio de imagen antes de los Juegos Olímpicos de 2004 ha hecho que sea más agradable para el visitante - el paseo peatonal que rodea la Acrópolis ofrece la oportunidad de escapar del bullicio y contemplar la ciudad de tesoros en paz.

Belgrado, la capital de Serbia, fue la capital de un país más grande durante la mayor parte del siglo XX. Todavía tiene un dinamismo y un ambiente urbano que hacen a las otras capitales de la ex República Yugoslava sentirse un poco provinciales comparadas con esta. Al igual que muchas ciudades de los Balcanes, una historia llena de acontecimientos ha dejado esta ciudad sin muchos edificios convencionalmente hermosos, pero lo compensa con una espectacular ubicación en la confluencia de los ríos Danubio y Sava. Los ríos pueden admirarse por la ciudadela Kalemagdan y el parque Kalemagdan, uno de los parques más bonitos en Europa. Este es un lugar maravilloso para disfrutar de un helado y un paseo nocturno junto con los vecinos.

A pesar de la masiva reconstrucción en la década de 1980, Bucarest sigue siendo la ciudad de los jardines, frondosos y agradables, con cafés al aire libre en las aceras en el verano, y con los barcos en sus lagos y ríos. Será intrigado por la mezcla ecléctica de la arquitectura de la ciudad, la Curtea Veche, los restos del palacio del Príncipe Vlad Tepes, del siglo 15 - fue el fundador de la ciudad, así como la inspiración para "Drácula", - las iglesias ortodoxas, las mansiones del Segundo Imperio, la arquitectura impasible estalinista de los años comunistas y el colosal Casa del Parlamento de 6.000 habitaciones, el segundo edificio más grande del mundo después del Pentágono.
 

Si hace siglos el río Danubio que separaba dos pequeñas ciudades, Buda y Pesta, hoy en día, más bien parece fusionarlas a través de ocho puentes hermosos, que ofrecen a los turistas la imagen de una de las capitales más bellas de Europa. Buda le llama la atención por sus castillos medievales, iglesias y catedrales y Pesta con sus elegantes bulevares y edificios impresionantes.

A pesar de su ubicación en el borde de Europa, Estambul ha estado siempre en el corazón de la historia de los Balcanes. Pocas ciudades han sido tan importantes durante tanto tiempo, y la moderna Estambul posee un rico patrimonio de monumentos de su pasado imperial. Puede ser un lugar un poco melancólico - sus monumentos son un recordatorio de que la mezcla multilingüe y multiétnica de los pueblos de esta ciudad no sobrevivió al siglo XX. La capital de los dos imperios ya no es ni siquiera la capital de un país, la ciudad de los sultanes de sido superada en tamaño e importancia por Ankara, una ciudad de funcionarios. Pero eso no ha convertido a Estambul menos importante – en vez de convertirse en una ciudad museo, sigue creciendo. A cualquier persona que le gusta las grandes ciudades le encantará Estambul.

Convenientemente situada en el centro del país, la capital de Eslovenia es una de las capitales europeas más pequeñas, pero con un encanto aparte. Es fácil pasar unos días aquí sin hacer nada más que relajarse y disfrutar de la atmósfera de la pequeña ciudad. Liubliana es también un excelente punto de partida para excursiones a otros puntos de interés de Eslovenia.

La zona del Bazaar de Skopje es una de las más interesantes en los Balcanes, y la ciudad es un excelente punto de spartida para excursiones: paseos alrededor del lago Matka, admirando el arte bizantino en monasterio Sveti Pantelejmon o visitar algunos de los ejemplos más impresionantes de la arquitectura islámica de Macedonia en la cercana ciudad de Tetovo.

Sofía es uno de los asentamientos más antiguos de Europa. Durante más de 7.000 años ha sido un lugar de encuentro de las cuatro direcciones del mundo. Tribus y pueblos iban y venían, civilizaciones florecieron y cayeron, pero la ciudad se mantuvo. Hoy Sofía es una capital moderna y el centro de la política de Bulgaria, de la vida económica y cultural. Sofía dispone de un centro compacto, donde los principales puntos de interés se pueden visitar a pie.

Edificios de la era comunista, en el pasado de color gris, ahora están bailando con colores llamativos - naranja, verde lima, azul cielo - en rayas y diseños, creando ambiente de carnaval en la ciudad. Y no olvidemos la increíble cocina albanesa, una mezcla de los Balcanes, con influencias turcas y europeas. Todo en Tirana es ahora alimentación para nuestros sentidos.

Con su rico patrimonio histórico y cultural que tiene sus raíces en el centro de la cultura urbana europea, enriquecida por las tradiciones del Mediterráneo y los Balcanes, Zagreb aún conserva su encanto y una atmósfera que hace de ella una ciudad única. Hoy en día, Zagreb es el corazón de la cultura contemporánea de Croacia, del arte y de los deportes. La mezcla única de las torres medievales, palacios del siglo 19, los mercados al aire libre, y las catedrales antiguas, convierten Zagreb en una ciudad perfecta para explorar.